Ojalá esta sensación de tranquilidad dure para siempre. Los momentos de sosiego y calma, aunque sólo representen un espejismo en la vida cotidiana, son impagables. Y luego, cuando todo termine, ya se verá.
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
Creo que anima a un pecado capital signorina, pereza.
Pues, hala, a disfrutar del momento, de verdad te lo digo. Hay que saber disfrutar del presente, my SWEET AIDA, como veo que estás haciendo, sin olvidar el pasado, vale, pero tampoco obsesionándose con él, y aprendiendo de él para no cometer los mismos errores del pasado -- esto último lo digo más por mí--.
Besitos mil,
Ámber P. D.: ¡Qué sorpresa ver por aquí al Signore SICILIA! Es buen tío y muy gentil. :)
3 comentarios:
Creo que anima a un pecado capital signorina, pereza.
Incluso a dos: envidia.
Un saludo cordial
Sicilia.
Pues, hala, a disfrutar del momento, de verdad te lo digo. Hay que saber disfrutar del presente, my SWEET AIDA, como veo que estás haciendo, sin olvidar el pasado, vale, pero tampoco obsesionándose con él, y aprendiendo de él para no cometer los mismos errores del pasado -- esto último lo digo más por mí--.
Besitos mil,
Ámber
P. D.: ¡Qué sorpresa ver por aquí al Signore SICILIA! Es buen tío y muy gentil.
:)
Hola Ämber jeje.
Aprovecho para saludarte de nuevo..
Errores ? a esa edad de todo haces un mundo signorina.
Cuando pasas los cuarenta, aparte de la crisis, te importa menos todo de alguna manera jajaja.
besos.
Publicar un comentario