martes, 23 de agosto de 2011

Divina inocencia

Me encanta amanecer con un detalle especialmente preparado para mí. Y me gusta todavía más comprobar que a veces la vida se luce con nosotros. Ayer me acosté triste y hoy, media hora después de despertar, estaba tan contenta. Viva la bipolaridad.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajajaja Lo que son las hormonas... jajajaja nos tienen descontroladas. XD jajajajaja
Muaaaaaakkkk

Mi casa de juguete dijo...

Qué bien me entiendes... ;)

Anónimo dijo...

Me alegro por ti, o no, bueno si..

Un piacere
Sicilia.

Larisa dijo...

Lo que usted ordene, señora Marquesa de Santillana.

Dior.

laoyente dijo...

Jajajaja, que viva pues!!!
Eso son los mejores momentos, a mi me pasa exactamente lo mismo. Así siempre se sorprenden (y nos sorprendemos nosotras mismas);)

muaks y miaus!!

Anónimo dijo...

No creo que sea "bipolaridad", creo, simplemente, que la vida es una paleta de diversos colores, no lo es ni blanco ni negro, y tampoco siempre color de rosa, por eso existen momentos (los más) en que la vida nos regala detalles y el tuyo es uno de ellos.

¡Me ha puesto muy contenta este post!

Besines y pasa un excelente miércoles de vacaciones.

P. D.: No sé por qué, pero no me llegan en mi borrador de Blogger las actualizaciones de tu preciosa "Casa de juguete".

P. D.II: Tengo post para ti, es decir, la chica de la foto, es una que tú y yo adoramos y creo que el texto te puede gustar... ¿Sabes? Aprovecho que aún estamos en verano para escribir y publicar con frecuencia, que luego con las obligaciones muchas que tengo --incluido, como sabes, la preparación a las opos a la judicatura--, seguro me será más complicado publicar tan frecuentemente.

Jo March dijo...

¡Viva!
Besitos.